Han pasado ya más de 100 años desde que los españoles dejaron de ser los amos de las Islas Filipinas. Pero una de las cosas que me molesta un poco es la imagen anticuada que tiene la mayoría de los filipinos hacia España. Ya sabéis las frases familiares, así que no debo repitirlas. A recordarlas, parece que los "kastilas" actuaron como si fueran vikingos: saqueando, violando, torturando y matando a todos. Hombre, sé que los españoles no fueron buenos administradores de sus colonias (en contraste por ejemplo con los británicos), pero tampoco fueron bestias. Por lo general, España descuidó a su colonia lejana del Ultramar. Los verdaderos bárbaros, en cambio, fueron los japoneses durante la II Guerra Mundial.
Avance rápido a nuestra época. Hace unos meses, RTVE (Radiotelevisión Española) emitió un episodio sobre Filipinas en su programa Españoles en el mundo. Creo que fue bien hecho. Presenta algunos sitios del país desde los puntos de vista de varios españoles residentes en Filipinas (incluso un segmento de mi pueblo Bacolod):
http://www.rtve.es/television/espanoles-en-el-mundo/filipinas/
Finalmente, como otra prueba de la alta estima que tiene España por Filipinas, he aquí un anuncio muy gracioso del Metro de Madrid de 2008:
No conozco en profundidad la historia de la colonización española de Filipinas, pero si puedo hablar de latinoamérica. Fue una colonización contradictoria, llena de cosas malas y otras no tanto. En cuanto a la administración de sus colonias puedo aceptar que pasado el siglo XVII quedó presa de un arcaísmo que hizó desplomarse prontamente todo el imperio.
ResponderEliminarLo que si podemos asegurar es que en la américa anglosajona se cometieron atrocidades tanto o peores que las cometidas en la américa española. Y otra cosa que se puede asegurar es que la influencia de los pueblos originarios en el mestizaje de la américa española fue fundamental para conformar la culatura latinoamericana actual. Mestizaje practicamente inexistente en ela américa anglosajona.
Claro que cada tipo de colonización tuvo sus ventajas y desventajas. Vamos a ver un poco...
ResponderEliminarESPAÑOLA: (Ventajas) rica cultura, humanismo universal, iglesias barrocas, música, danzas, fiestas y procesiones, literatura, comida sabrosa, la centralidad de la familia, etc.; (Desventajas) la demagogia, la pereza, la falta de sólidas y fuertes instituciones públicas, la emoción encima de la razón, etc.
BRITANICA: (Ventajas) el estado de derecho, la ética de trabajo, empresarial, el juego limpio; (Desventajas) el racismo excluyente, un exceso del individualismo, comida de basura, el utilitarismo, etc.
En comparación con los británicos (o los franceses, o los holandeses, portugueses, belgas, etc) los españoles fueron los mejores administradores coloniales, y con diferencia.
ResponderEliminarCompare por ejemplo a México con la India, o Argentina con Nigeria, por no hablar de Bangla Desh, Burkina Fasso, etc. cuyos habitantes darían cualquier cosa por poder vivir en cualquier ex-colonia española.
Las únicas ex-colonias británicas con una economía mejor que las ex-colonias españolas son aquellas donde se exterminó a la población local o aquellas que se convirtieron en paraísos fiscales para que las grandes fortunas de países vecinos pudieran evadir impuestos.
El resto, o sea el 90%, una autentica miseria, donde gran parte de la población vive en la pobreza. Literalmente.
Y Filipinas en concreto, a finales del siglo XIX, tenia la segunda mayor renta per-capita de toda Asia, solo superada por Japón.
Además de las mejores infraestructuras, la mejor educación, etc, etc, etc ...
Aquí tiene un testimonio de un ciudadano ingles que vivía en Filipinas en aquella época:
“Filipinos were as happy a community as could be found in any colony. The population greatly multiplied; they lived in competence, if not in affluence; cultivation was extended, and the exports steadily increased. Let us be just; what British, French, or Dutch colony, populated by natives can compare with the Philippines as they were until 1895?"
- Frederick Henry Sawyer
"The inhabitants of the Philippines"
pp. 138-139,
London, 1900